Lo que hemos cambiado...

Buenas tardes.

En las próximas líneas voy a realizar un resumen de la evolución del equipo en este primer trimestre, centrándome en los aspectos principales.

El objetivo principal de este período, era conseguir que el equipo adquiera una forma de jugar reconocida y aceptada por todos. Esto conlleva que el jugador tenga claro la posición que ocupa en el terreno de juego, y a partir de ahí la búsqueda de apoyos y conexiones con otros compañeros y líneas.

Si echamos la vista atrás, y nos remontamos a los primeros partidillos de entrenamiento del mes de septiembre, el cambio en la concepción del juego ha sido radical. Muchos recordaréis, como se le daba toda la importancia a la posición del balón y a intervenir como fuera en la jugada. La movilidad era constante, pero sin saber muy bien ni hacia dónde ni para qué. A día de hoy, y aunque no haya condiciones especiales en el partidillo, hay un intento de jugar el balón hacia la posición más favorable, se intenta mantener la posesión del mismo sin tantas prisas y se procura lograr un equilibrio entre las líneas. Y esto se ha ido trasladando poco a poco los partidos. Si bien al principio, costó. El equipo empezó muy irregular y con muchas dudas, perdiendo rápidamente el balón y el sitio, y sin referencias a la hora de sacar el balón. En el momento que se asimiló mejor la forma de jugar y asentamos algunos puestos clave empezaron a llegar los primeros resultados, lo que siempre da confianza para seguir progresando. No quiero personalizar en nadie, pero sin menoscabar el trabajo de ningún jugador, me vais a permitir que destaque a los centrales, que además de su buen hacer en defensa, están dando un toque de pausa y serenidad a la salida del balón, progresando cuando lo ven necesario.  

De todos los partidos, me quedo con dos momentos que creo que resumen bien la evolución del equipo en el lado positivo: últimos 15 minutos de la primera parte frente a Tifosi, donde se mantuvo bien la posesión del balón, a pesar de la fuerte presión del rival, aunque faltó profundidad (la segunda parte fue otra historia); los primeros 15 minutos del último partido frente a Joy, donde a los apoyos se unió la progresión, sirviendo como ejemplo el extraordinario primer gol. 

Como siempre que se empieza o cambia algo, cuesta asimilarlo, y luego se hace de forma irregular a lo largo del partido. Creo que estamos en esa fase, y el reto, entre otros, es mantener durante más tiempo la iniciativa en el juego, consolidando las virtudes adquiridas y añadiendo nuevas alternativas.

Por el lado negativo, destacaré un tema que ya hemos hablado en alguna ocasión: ‘’los apagones’’. En mi opinión, en unas ocasiones han venido por exceso de confianza (tras 3-1 frente Recuber o  1-0 frente Joy), y otros por un derrotismo injustificado (segunda parte frente Tifosi). En el juego de un equipo influyen muchos factores: técnicos, tácticos, físicos,… y por supuesto psicológicos. Como deportistas, debemos fortalecer también éste último, tener carácter, personalidad, mostrar compromiso y compañerismo (pero no con palabras, sino con hechos), ejercer el liderazgo si es preciso, exigirnos en cada minuto del partido, y por supuesto huir de toda clase de confianzas (un partido sencillo se puede complicar de la manera más absurda). Esto nos ayudará a saber gestionar el tiempo del partido, tanto cuando se va ganando como perdiendo.

Por supuesto, nos quedan muchas cosas que perfeccionar. Entre los más flojo, la presión colectiva (de momento algo floja, tanto en los movimientos como a la hora de la entrada) o  las segundas jugadas (que casi nunca ganamos). Otras que ir consolidando (los desdoblamientos, temporización, contraataque…). Y otras, que ir añadiendo (estrategia, espacios libres,…)

Respecto al aspecto físico, y con carácter general: en resistencia estamos más o menos bien, en fuerza y velocidad más flojos.

Hay que seguir entrenando, con las mismas ganas que hasta ahora. Han sido esas ganas las que han posibilitado que con tan sólo una hora a la semana y asistencias irregulares, el equipo tenga una línea ascendente.

Queda mucho por hacer, sin duda, pero ya no partimos de cero, sino que hemos recorrido una parte del camino. A nivel de competición, antes de las vacaciones, vienen dos partidos en teoría asequibles, que nos pueden servir para consolidarnos arriba. Pero los hemos de afrontar sin ningún de tipo de confianza, y con el espíritu de lucha y equipo que hemos demostrado en los mejores momentos.